sábado, 3 de mayo de 2008



























En 1920 los propietarios de once equipos decidieron integrarse, comprometiéndose igualmente a respetar sus planteles de jugadores y competir frente a escuadras de otros grupos. Así se creó la Asociación Profesional de Futbol Americano, estableciendo su sede en Canton, Ohio. En 1922 los socios decidieron modificar su nombre por el de National Football League (NFL) y con ello imprimir mayor relevancia y alcance al grupo. Lejos estaba aún la liga de convertirse en la potencia que es en la actualidad; no obstante, el empeñoso trabajo de directivos y sobre todo de leyendas como Red Grange y Benny Friedman –de los primeros en incursionar en el terreno profesional— incrementó la popularidad de la institución. Lo anterior, junto con la creación de un juego de campeonato (1933), logró que para el año siguiente todas las franquicias fundadas y establecidas en pequeñas localidades –excepto la de Green Bay—se mudaran a ciudades de mayor extensión geográfica y de importancia en los sectores económico y productivo del país.
La década de los años cincuenta marcó un parteaguas para el futbol americano profesional, al alcanzar uno de los lugares de mayor relevancia dentro de las preferencias deportivas de los estadounidenses gracias a su incursión en el mundo de la televisión. Esto brindó al público la oportunidad de seguir las carreras de jugadores insignia como Bobby Layne, Paul Hornung y Johnny Unitas. Baste recordar el partido de campeonato de 1958 celebrado en el “Yankee Stadium” de Nueva York que registró un elevado número de televidentes convirtiendo a Unitas y a sus Colts de Baltimore en celebridades.
El crecimiento de la NFL a principios de 1960 fue tan rápido y contundente que logró superar al béisbol como el deporte favorito de los aficionados de los Estados Unidos de América. Esto despertó igualmente el interés de empresarios y su apetito por adquirir alguna franquicia existente o crear alguna nueva. Tal fue el caso del empresario tejano Lamar Hunt, quien presentó una oferta de compra, que a la postre fue rechazada. Esto originó que Hunt y algunos otros hombres de negocios decidieran formar con diez equipos una asociación nueva a la que llamaron Liga Americana de Futbol (AFL), que se convertiría en una seria rival de la NFL.
La AFL introdujo novedosos cambios a este deporte, como un sistema ofensivo más agresivo por aire, los nombres de los jugadores en los jerseys y un reloj oficial visible para los aficionados durante el juego. La nueva liga también se aseguró financieramente al decidir compartir, con los demás equipos, las ganancias recibidas por los derechos televisivos y de taquilla en sus encuentros.
En 1966 la tensión llegó a su límite y ambas ligas decidieron fusionarse para el inicio de la temporada de 1970. A los equipos ya existentes en la AFL se unieron tres de la NFL, formando la Conferencia Americana (AFC). Los trece equipos restantes de la NFL se agruparon bajo la Conferencia Nacional (NFC). Otro resultado de esta fusión fue el Juego de Campeonato entre la AFC y NFC que eventualmente se llamó “Super Bowl” y que al paso de los años se convertiría en el más alto símbolo del futbol americano y la celebración que más espectadores convoca cada año a nivel mundial.
En los setenta y ochenta la NFL afianzó su dominio como el deporte más presenciado y seguido en los Estados Unidos, convirtiéndose por antonomasia en icono de la cultura americana. El domingo en que se celebra el Super Bowl se convirtió en un día festivo no oficial. Las transmisiones televisivas de dicho suceso se han traducido en programas que año tras año registran los mayores niveles de audiencia en ese país, implantando récords y expandiendo su penetración en otros lugares del planeta (más de 223 países y territorios; transmisiones en más de 25 idiomas y dialectos diferentes).
La liga tiene oficinas en dos ciudades. La oficina principal se encuentra en Nueva York y debido a la popularidad de la NFL en los estados del Sur y el Sureste, hay una segunda oficina en Nashville